Cusco: Las Siete Calles Místicas que Cuentan la Historia del Pasado Andino y Colonial
Cusco, la antigua capital del Imperio Inca, es una ciudad que no deja de sorprender a sus visitantes. Más allá de su famosa Plaza de Armas y la majestuosidad de Machu Picchu, Cusco esconde en sus rincones secretos que nos conectan con el pasado. Entre estos, destacan un conjunto de calles que, como un enigma, llevan el número siete en su nombre. Cada una de estas calles es un testimonio de las tradiciones, leyendas y la cosmovisión que une a los pueblos andinos con el espíritu colonial. En este artículo, te invitamos a conocer las Siete Calles de Cusco y el significado profundo que guardan.
El Poderoso Número Siete en la Cultura Andina
Antes de adentrarnos en los detalles de estas calles singulares, es importante entender el simbolismo del número siete en la cosmovisión andina. Para los antiguos incas, el siete no solo era un número, sino un vínculo espiritual. Representaba la conexión entre el mundo físico y el divino, sirviendo de puente entre los seres humanos y las deidades. Este número tiene una presencia destacada en rituales, arquitectura, y hasta en las prácticas agrícolas de los pueblos andinos.
De hecho, el número siete aparece repetidamente en la organización social y religiosa de los incas, lo que refleja un equilibrio y una armonía fundamentales en su cosmovisión. Hoy, el siete sigue siendo un símbolo de perfección, protección y totalidad, elementos profundamente enraizados en la vida de Cusco, que podemos encontrar reflejados en las calles que llevan este número en su nombre.
Las Siete Calles de Cusco: Cada Una con su Propia Historia
Cusco no solo es una ciudad de caminos, sino una de historias, leyendas y significados que se materializan en sus calles. A continuación, te contamos las historias que encierran las Siete Calles de Cusco con el número siete en su nombre.
1. Calle Siete Borreguitos
La Calle Siete Borreguitos es una de las más encantadoras de Cusco, ubicada en un sector pintoresco de la ciudad. Su nombre proviene de siete figuras de corderos que, en el pasado, adornaban una de las casas a lo largo de la calle. Aunque las estatuas ya no están presentes, el nombre permanece, evocando imágenes de un pasado agrícola y rural que formaba parte de la vida cotidiana de los cusqueños.
2. Calle Siete Culebras
Una de las calles más fascinantes de Cusco es la Calle Siete Culebras. Su nombre proviene de las serpientes talladas en sus paredes de piedra, que en tiempos incaicos representaban el símbolo de la sabiduría y la conexión espiritual. En quechua, la palabra «Amaru» significa serpiente, y esta calle recibe su nombre debido a la presencia de catorce serpientes talladas, siete a cada lado. En la cosmovisión andina, las serpientes son seres guardianes de secretos ancestrales, lo que le otorga a esta calle un profundo significado místico.
3. Calle Siete Angelitos
Contraponiéndose a la travesura de los diablitos, la Calle Siete Angelitos es un lugar de protección y espiritualidad. En el pasado, una casa de la calle estaba decorada con siete pinturas de ángeles en su alero. Estas figuras fueron encargadas por Blas de Bobadilla, un noble de la época, y representaban figuras protectoras que velaban por la salud y el bienestar de los habitantes de la zona. La presencia de estos ángeles dotó a la calle de una aura de paz y bendición que perdura hasta hoy.
4. Calle Siete Diablitos
Si hablamos de Calle Siete Diablitos, nos encontramos con un nombre que da lugar a varias leyendas. Esta calle fue en tiempos coloniales un lugar de encuentro para jóvenes enamorados. La historia cuenta que en la zona habitaban pequeños diablitos traviesos que intentaban interrumpir las relaciones de los enamorados, creando una atmósfera misteriosa y llena de folclore local. Esta mezcla de romance y travesura se ha mantenido viva a través del tiempo, aportando un toque de magia y misterio al lugar.
5. Calle Siete Cuartones
La Calle Siete Cuartones es un testimonio de la ingeniería colonial. Su nombre se deriva de los siete cuartones de piedra, grandes bloques que servían para reforzar un puente de cal y piedra sobre el río Saphy. Este puente, construido en el siglo XVI por Don Diego de Vargas y Carbajal, fue un vínculo entre las antiguas y nuevas estructuras de la ciudad. Hoy en día, solo queda uno de los cuartones visibles, pero su legado sigue vivo en la memoria de los cusqueños.
6. Calle Siete Mascarones
Finalmente, la Calle Siete Mascarones tiene un nombre que evoca el arte colonial. En el pasado, varias casas de la calle estaban adornadas con mascarones tallados, figuras de bronce o madera que representaban deidades o figuras protectoras. Se dice que esta calle fue hogar de Don Mascareñas, un artesano dedicado a la fundición de piezas de bronce para las iglesias locales. Hoy, la calle sigue siendo un reflejo del pasado artístico y cultural de Cusco.
7. Calle Siete Ventanas
En la Calle Siete Ventanas encontramos la huella de la arquitectura colonial. Esta calle debe su nombre a una antigua construcción que contaba con siete ventanas, cuatro grandes y tres pequeñas. Aunque la edificación ya no existe, el nombre sigue vivo, y con él, la evocación de la historia de un Cusco que fusionaba lo incaico con lo colonial. Las ventanas, que solían ser el alma de muchas casas coloniales, simbolizaban una comunicación entre los mundos: el interior, íntimo, y el exterior, social.
El Legado Cultural de las Siete Calles de Cusco
Las Siete Calles de Cusco son más que simples vías de tránsito; son testimonios vivos de la fusión de la cultura incaica y la influencia colonial. Cada una de estas calles ha mantenido su esencia a lo largo de los siglos, lo que las convierte en un valioso patrimonio cultural. Al caminar por ellas, uno no solo atraviesa la ciudad, sino también un espacio cargado de historias, leyendas y sabiduría ancestral.
Además, estas calles representan la armonía que existe entre las diferentes épocas que han marcado a Cusco. Desde las creencias andinas hasta las tradiciones coloniales, cada calle nos habla de un equilibrio perfecto entre lo pasado y lo presente.
Conclusión: Un Viaje por la Historia de Cusco
Cada una de las Siete Calles de Cusco te invita a conocer un capítulo de la historia de la ciudad, revelando un legado cultural que sigue vivo en su gente y sus tradiciones. Caminar por estas calles no solo es un recorrido físico, sino también un viaje espiritual que conecta a los viajeros con el alma de Cusco.
Si alguna vez visitas esta ciudad mágica, asegúrate de recorrer sus Siete Calles y sumérgete en su historia y su misticismo.
Cusco te espera con su legado ancestral.